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jueves, 30 de enero de 2014

El «supertomate» morado para combatir el cáncer


Investigadores británicos desarrollan una hortaliza modificada genéticamente con un alto contenido de antioxidantes

Un tomate morado de forma natural
 
 A primera vista podría confundirse con una apetitosa remolacha. Pero sus semillas en seguida lo delatan, revelando que en realidad se trata de un tomate morado transgénico. Tras largos años de arduo estudio, el esfuerzo de 300 científicos internacionales, coordinados por el laboratorio del Centro John Innes de Norwich (este de Inglaterra), parece haber dado su fruto.


Los investigadores tomaron dos genes implicados en la coloración roja en los pétalos de la dragoniana, una planta mediterránea, y los introdujeron en los de la tomatera. Esos genes seleccionados permiten generar antocianina, un antioxidante beneficioso en la prevención del cáncer yresponsable de que las flores y frutas luzcan de color rojo o morado, muy presente en las zarzamoras, los arándanos o las frambuesas. 
 
Tras la complicada operación de ingeniería genética, crecieron unos hermosos tomates que adquirían un intenso color púrpura al madurar, debido al alto contenido de antocianina tanto en la pulpa como en la piel, y cuya aparición en los supermercados cada vez está más cerca. Los primeros 1.200 litros de jugo de tomate morado llegarán pronto a Gran Bretaña, procedentes de Canadá.
Aunque la convencional hortaliza roja cuenta con todos los genes necesarios para generar esos antioxidantes, están inactivos. Gracias a esta modificación que desencadena un proceso dentro de la planta, han conseguido que se desarrolle la antocianina. Normalmente la dieta de la población no contiene la ingesta suficiente de este componente, por lo que alimentos tan comunes como el tomate intentarán suplir esa carencia.
MÁS INFORMACIÓN 

MORADO, COLOR DE LA SALUD 

MORADO, color de la vida

Todos los vegetales que tienen color morado contienen porciones importantes de antioxidantes y fitoquímicos. En el documento en PDF explican que entre sus múltiples funciones están la de retrasar el envejecimiento de las células, por ese motivo son buenas para la memoria además de que se ha observado que disminuyen el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer. También se aclara que las betaínas son aminoácidos naturales que cumplen una función importante en el metabolismo. La berenjena, vegetal morado, además de brindar los beneficios propios de la betaína, es un antioxidante y ayuda a eliminar sustancias perjudiciales del hígado. Por su parte, los higos tienen propiedades benéficas aunadas a las de la betaína de su color morado, por ejemplo, favorece el tránsito intestinal, por eso se recomienda como un previsor de cánceres relacionados al sistema digestivo.

miércoles, 29 de enero de 2014

Utilidad del nucleótido especial correspondiente a los experimentos del método de secuenciación de Sanger

El nucleótido responsable de la terminación  es el que lleva la marca. Esto asegura que todas las cadenas sintetizadas a partir de un templado, lleven incorporado una sola marca en el mismo lugar, al final de la cadena. De esta manera, se obtienen fragmentos que producen bandas uniformes y cuyas secuencias se pueden determinar más fácilmente. Una ventaja adicional de tener el nucleótido terminal marcado, es que se pueden usar nucleótidos terminales que lleven cuatro tipos distintos de marcaje (uno diferente para cada nucleótido). Esto implica que las cuatro reacciones de terminación específica se pueden llevar acabo en el mismo tubo, y ya no se tienen que hacer por separado. Además, debido a que se puede determinar cuál es el nucleótido terminal de los fragmentos de ADN con base en su señal, es posible resolver la secuencia de un templado con sólo un carril. Las bandas que se ven, emiten una señal distinta, dependiente del nucleótido terminal incorporado. El hecho de que las bandas puedan ser diferenciadas con un carril, elimina la variación que puede ocurrir entre carriles.

Principio de Transformación Bacteriana. Experimentos de Griffith y Avery

EXPERIMENTOS DE TRANSFORMACIÓN BACTERIANA DE GRIFFITH (1928). EL PRINCIPIO TRANSFORMANTE.


En 1928, un bacteriólogo británico llamado Frederick Griffith intentaba desarrollar una vacuna contra el neumococo, la bacteria causante de la neumonía.
El material empleado por Griffith fue la bacteria Diplococcus pneumoniae o neumococo y los ratones. Cuando se inyecta a un ratón con el esputo de una persona enferma, con neumonía, dicho ratón muere de septicemia a las 24 horas. Esta capacidad virulenta de los neumococos se debe a la presencia de una cápsula de polisacáridos (polímeros de glucosa + ácido glucurónico) que envuelve a la bacteria y la protege de la fagocitosis.
Colonia del tipo R
Colonias del tipo S y R

Colonia del tipo S


Para poder realizar cualquier estudio genético es necesaria la existencia de variabilidad para el carácter analizado. Griffith observó la existencia de diferentes tipos de neumococos: neumococos virulentos de tipo S que dan lugar a colonias con aspecto liso y brillante (producen la cápsula azucarada que los protege de la fagocitosis del huésped) y neumococos no virulentos (avirulentos) de tipo R que dan lugar a colonias de tipo rugoso y mate (carecen de la cápsula azucarada protectora).
Experimento: Griffith nunca había observado que los neumococos RII (no virulentos) mutarán o cambiarán a SIII (virulentos).
Griffith observó que si inyectaba a los ratones con neumococos de tipo RII (avirulentos) a las 24 horas seguían vivos, mientras que si los inyectaba con neumococos SIII (virulentos) a las 24 horas los ratones morían. Entonces decidió calentar los neumococos SIII (virulentos) para destruirlos y posteriormente inyectarlos a los ratones, encontrando que los ratones seguían vivos después de 24 horas. Por consiguiente el calor, destruía el poder infectivo de los neumococos SIII. Por último, inyectó a los ratones una mezcla de neumococos RII vivos (no virulentos) y de SIII (virulentos) previamente muertos por calor, encontrado que los ratones morían a las 24 horas y extrayendo de su sangre neumococos SIII vivos.


Inyección con el neumococos del tipo R
Inyección con el neumococos del tipo S

Inyección con neumococos del tipo S,
 muertos por el calor
Inyección con neumococos del tipos S,
muertos por el calor,
 junto a neumococos del tipo R



Conclusiones de Griffith: puesto que los neumococos RII (avirulentos) nunca mutan a SIII (virulentos), en el último experimento se demuestra la existencia de una sustancia presente en los extractos de neumococos SIII muertos por calor que es capaz de transformar a los neumocos RII vivos en SIII vivos, dicha sustancia fue denominada por Griffith el Principio Transformante.


Estudios posteriores pusieron de manifiesto que la transformación de neumocos RII en SIII se podía realizar en tubo de ensayo sin necesidad de utilizar ratones en el experimento. Es decir, se puede mezclar en el mismo medio de cultivo líquido neumocos RII vivos con neumococos SIII previamente muertos por calor y obtener neumococos SIII vivos y virulentos.

EXPERIMENTOS DE TRANSFORMACIÓN BACTERIANA DE AVERY, McLEOD Y McCARTHY (1944). EL PRINCIPIO TRANSFORMANTE ES EL ADN.


Avery, McLeod y McCarthy mediante analísis químicos, enzimáticos y serológicos y utilizando técnicas de electroforesis, ultracentrifugación y espectroscopía aislaron a partir de los extractos de neumococos SIII (virulentos) muertos por calor cinco fracciones distintas con el mayor grado de pureza posible en la época. Estas cinco fracciones diferentes fueron una correspondiente a Polisacáridos, otra de Lípidos, una de Proteínas, otra de ARN y otra de ADN.
Con cada una de estas fracciones procedentes de SIII muertos por calor intentaron transformar las células RII vivas en SIII. Comprobaron que ninguna de las fracciones era capaz de transformar los neumococos RII en SIII excepto la fracción químicamente pura que contenía ADN (ácido desoxirribonucleico).
Para asegurarse de que solamente la fracción de ADN era capaz de transformar los neumococos RII en SIII, emplearon enzimas que degradan o digieren específicamente el ADN. Cuando trataban la fracción de ADN con estas enzimas y después intentaban transformar las células RII en SIII, no lo conseguían. Si trataban la fracción de ADN con enzimas que degradan específicamente el ARN y después intentaban la transformación, las células RII se transformaban en SIII. Si la fracción de ADN se trataba previamente con proteasas (enzimas que degradan las proteínas) también conseguían transformar los neumococos RII en SIII.

Conclusiones de Avery, McLeod y McCarthy: Teniendo en cuenta que la única fracción químicamente pura de los neumococos SIII muertos por calor que puede transformar los neumococos RII en SIII es el ADN, el Principio Transformante detectado por Griffith debe ser el ADN. Por tanto, la molécula responsable de convertir los neumococos no virulentos en virulentos es el ADN y, por consiguiente, en él debe residir la información genética.
Experimentos para demostrar que el ADN era
el Principio Transformante


ADN como material herditario
La primera demostración de que el ADN es el material hereditario se debe, por tanto, a Avery, McLeod y McCarthy en 1944, pero la comunidad científica, en ese momento, no estaba preparada para aceptar sus resultados, ya que pensaban que el ADN era una molécula monótona que consistía en la repetición de un tetranucleótido y que no podía ser la molécula que almacenaba la información genética ya que no disponía de la variabilidad suficiente. Sin embargo, las proteínas eran muy variables y si eran consideradas como candidatos a ser el material hereditario.

La transformación en bacterias: para conseguir que una bacteria se transforme es necesario que el ADN exógeno o transformante penetre en su interior. Posteriormente, el ADN exógeno o transformante debe integrarse en el ADN bacteriano, luego debe expresarse y, por último, tiene que transmitirse de una bacteria a otra.

martes, 28 de enero de 2014

Los cinco insectos más raros del mundo

01. Un pariente de los pulgones con aspecto de extraterrestre


Bursinia genei


Este insecto de apariencia tan extraña es un pariente de los pulgones que encontramos en las plantas. Su nombre científico es «Bursinia genei». Con su pico chupa el jugo de las plantas en las que vive. En nuestro país tienen preferencia por los cardos (Eryngium) típicos del matorral mediterráneo. Mide apenas un centímetro y es la forma de su cabeza, su pico succionador, sus alas atrofiadas y sus alargas patas delanteras la confieren un aspecto casi de otro mundo. Tiene una forma de andar muy curiosa, por sus largas patas delanteras y salta cuando se siente amenazada.


02. Hormiga panda: el Frankenstein de los insectos

Euspinolia militaris
No es una hormiga ni tiene nada que ver con un oso panda, salvo en el aspecto. Pero parece diseñada a partir de esos dos animales, como una especie de Frankenstein animal. En realidad se trata de una avispa de la familia mutilidae, insectos conocios como hormigas de terciopelo por el vello que recubre su cuerpo. Descrita por primera vez en 1938, enseguida recibió el apodo hormiga Panda (Euspinolia militaris) por su aspecto "parecido" al panda gigante. A pesar de su simpático y pacífico aspecto, tiene un potente aguijón para atrapar a sus presas. Es endémica de los bosques de Chile.


03. La "mantis" alienígena

Empusa pennata
Aunque parece sacada de una película de alienígenas, la Empusa pennata se puede encontrar en España, Portugal y Francia. Quizá es menos conocida que su pariente, la mantis religiosa. Divisarlas requiere cierta habilidad, porque se mimetizan con el entorno y quedan inmóviles durante largo tiempo. Luego lanzan certeros golpes para atrapar a sus presas. Podría recordar también a un insecto palo, el siguiente bicho raro.


04.Segadores

Opiliones
Parecidos a las arañas, con quienes están emparentados, los segadores u opiliones se distinguen de estas porque su cuerpo es esférico y carece del estrechamiento o cintura que separa el tórax del abdomen. No sobrepasan el centímetro y podrían haber servido de inspiración para "La Guerra de los mundos". Se encuentran con facilidad en Europa, en matorrales y árboles y en las paredes de las viviendas. Sus patas se quiebran con facilidad, por lo que no es aconsejable cogerlos. Son inofensivos.


05. Un pariente de las cigarras


Bocydium
Bocydium globulare es el nombre de este curioso insecto, pariente de las cigarras. Esta reproducción a gran escala se guarda en el museo de Historia Natural de Berlín. Durante mucho tiempo se pensó que era fruto de la fantasía de su autor, Alfred Keller (1902-1955). Sin embargo existe y pertenece a una familia de auténticos "bichos raros" que se pueden encontrar en las copas de los árboles de las selvas brasileñas, aunque hay que buscarlos con atención porque no llegan a un centímetro. Para camuflarse los miembros del género Bocydium han desarrollado increíbles adaptaciones, que imitan cuernos, pelo... El resultado es realmente curioso.

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Os doy la bienvenida a mi blog 
"Con C de Ciencia"



En este blog os contaré todos los avances científicos y tecnológicos que ocurran en todo el mundo.

Mi nombre es Carlos Conejero, soy estudiante de 4º de ESO